La Universidad Nacional de Salta (UNSa), hace poco más de un año, anunciaba, no sin merecido orgullo, la fundación de un organismo musical propio: la Orquesta Típica Característica. Pocos meses después, estrenaba a nivel mundial una pieza inédita del «Cuchi» Leguizamón convertida en Himno de dicha Universidad. El lunes 7 de julio de 2025, no con merecida vergüenza, anunció su desmantelamiento y muerte.
Así como con la Arquitectura el Ser Humano tiene la posibilidad de experimentar el Espacio de una manera trascendente, con la Música vivencia el Tiempo trascendente. Nadie duda que además del aspecto inmaterial de la Arquitectura, ella viste y protege al Ser Humano —al Modulor— en su materialidad, de hecho es en estas cosas de la Arquitectura en las que muy habitualmente —aunque no siempre— se piensa primero a la hora de construir una casa, un edificio, una sede. La Música, en cambio, al ser la más inmaterial de las Artes, cuando se la hace no se piensa en nada útil dada su naturaleza: Ella es, afortunadamente, completamente inútil. Sin embargo, en su profunda capacidad simbólica, puede representar la vida humana en su totalidad: el pensar, con la melodía; el sentir, con la armonía —y el pensar sintiendo con la melodía y la armonía conformando una unidad—; el hacer con el ritmo. Cabeza, corazón y manos y pies están en los tres elementos fundamentales del Arte Musical. El timbre, que muestra la singularidad de los sonidos de las voces humanas y de los instrumentos, es la individualidad y el color.
La Cultura es una corriente horizontal que arrastra a cada individuo que aterriza verticalmente en este planeta. Esa es la cruz que todos y cada uno de nosotros llevamos. Como individuos nuestro deber es sobreponernos a los factores culturales que se oponen a lo más auténtico de cada uno; como sociedad, nuestro deber es generar una cultura capaz de acompañar y cuidar a los individuos antes que atropellarlos. El otro día me encontré en la vereda del Centro Cultural «Holver Martínez Borelli» con Zaratustra, y así habló: «La UNSa, Institución cumbre de vuestra sociedad y vuestra cultura, como tal lleva sobre sus hombros una responsabilidad crucial en cuestiones de cruces, muertes y resurrecciones culturales e individuales». Cuando quise indagar más hondamente en sus palabras, el sabio persa ya no estaba. Entré al Centro Cultural, donde hay un piano. Vi la sala en la que ensayaba la Orquesta Típica Característica de la UNSa, transité la otra sala, esa en la que hicimos la rueda de prensa en la que presentamos el Himno de la Universidad. El piano, las sillas, las dos salas, vacías. Me fui pensando: ¡Qué poco duró!
La adversidad es un constante atributo del mundo que habitamos. Ahora, ¿ayudarla? El devenir cultural ya sin Dios se nos hizo cuesta arriba. Ahora, sin Música el desierto roza la perfección. Dos vías después de la muerte de Dios, dos vías. Una, camino a la mayoría de edad espiritual —¡sin dudas!— con Música; la otra, resignada, vencida y promotora de la vida sin sentido, sin esa cosa inútil que se lleva hacia la nada algunas monedas de silicio (el oro ya no existe). Quedan por delante cuarenta días en el desierto, seguramente el silicio es tentador —¿ya dije que ya no hay oro?—, pero la virtud está en resistir la tentación, está en no dejarse vencer.
Es la misma Institución: la que hizo el movimiento de fundar una Orquesta y la que la crucifica a los cinco minutos. Es la misma Institución, pero no son los mismos individuos. Hoy las decisiones las han tomado personas sin alma, personas para las que la vida no tiene más sentido que el de lo útil y material. Ya no hay melodías que nos permitan pensar, no hay armonías que nos dejen sentir, no hay ritmos que nos impulsen a hacer, y no hay timbres que valoricen nuestras singularidades y nos llenen de colores. Dios ha muerto, y la Orquesta Típica Característica de la UNSa, también.
50 años tardaron en crearla...Mina de lápiz duro...vergüenza ajena y vergüenza propia. Una más...y van. Mi sabiduría viene de esta tierra....seguro. Estos cipayos no lo saben aún. Larga vida a la Unsa...no así a estos admintradores...en unos años volveremos...memoria verdad y justicia.
ResponderEliminarMuchas gracias por leer y comentar, querido Pachula. Haremos nuevas orquestas. Abrazo!
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